Piérdete… Para este nuevo año deseamos que te pierdas, lejos o cerca, pero piérdete, descubre nuevos caminos, nuevas experiencias, nuevas personas…

Lugares diferentes, playas vírgenes, arena blanca y pieles saladas en mares turquesas o azul oscuro, ¡quizá negros! Pero ve allí, zambúllete, nada, lánzate desde la roca, aráñate las piernas y machácate los pies.

Ve a montañas imponentes, embárrate las botas, suda como nunca lo has hecho, abre la tienda de campaña, cúrate las ampollas y saborea la cima bajo el cielo estrellado y tu teléfono apagado.

Piérdete y mucho, por caminos oscuros, por los llenos de luz, saluda a la vaca y al lugareño de turno en ese pueblo escondido. Baja calles de piedra, sube prados de hierba, charcos, flores, árboles, bosques…

Huele… hierba, lluvia, gente, pueblos. Siente… Ciudades nuevas, monumentos históricos, calles de asfalto ardiente y treguas en terrazas escondidas. Comparte… Ofrécele, aunque solo te quede un mordisco, prueba esa fruta, nueva textura, sabor… Habla con él, sí, una sonrisa, una mirada, una preciosa charla… Abraza, besa…

Continúa… Duerme en ese hotel, come esa tarta, descansa al sol… Sonríe, quizá te la devuelvan.
Aeropuertos, noches en vela y salas de espera. Vagones, asientos de autobús, carreras a la estación, corre que te pillo, corre que no lo pillo.

Ríe… Ríe mucho, porque lo alcanzaste, porque te devolvió la sonrisa, porque llegaste arriba, porque lo conseguiste, porque le conociste, por ese cansancio, porque tienes mucho sueño pero también muchos sueños cumplidos.
¡¡Porque la vida es un regalo!!

¡VIVE!